Sigo con el reciclado de palets, esta vez se me ha ocurrido hacer unos soportes para las bicis que estarán en el taller. Mila había probado unos con tacos pero el alto de éstos no era suficiente para que la bicicleta se mantuviera en pie, así que configuré un par de láminas que sujetaran la rueda marcando una recta secante lo suficientemente alta para que la bicicleta no se inclinara, éstas tablas están a su vez atornilladas a unos tacos. Para evitar que se inclinen las bicicletas, como base del soporte he atornillado una lámina larga que asiste la carga lateral de la bici. Bueno, mirando la imagen queda mucho mas claro.
Dependiendo de la bicicleta antes de atornillar las tablas paralelas se mide el ancho de rueda de la bicicleta que quieras y ya está. Por ahora los que he preparado son para rueda de bici urbana y de carretera. Me faltan hacerlos para las ruedas gordas.
Visto el soporte de perfil en el croquis están anotadas las medidas de la tabla base, 50 cm., y la del hueco para que encaje la rueda, en este caso un mínimo de 2,5cm.; dependiendo del tipo de bicicleta se dejará un ancho determinado conforme a su medida. Como el balón de cada cubierta es diferente, hay que dejar un margen, la rueda tiene que entrar ajustada pero sin presionar mucho. Para evitar astillas y demás, las láminas de madera están lijadas por el interior y los tornillos que unen el taco con la tabla son avellanados para que la cabeza no moleste. También son avellanados los tornillos inferiores que unen la tabla larga con los tacos de madera, para que el soporte sea estable.
Un poco de calor para el taller
Es otoño y aquí el frío, al menos para mi, hace mella. En el local tengo que estar bastante abrigada, y sobre todo utilizar un calzado con suela gruesa para que no se me enfríen los pies mas de la cuenta. Gran parte de ese frío se cuela por la puerta de acceso, ya que el local es una cochera, ahora adaptada, y aunque la puerta cierra bien tiene huecos suficientes para que el frío se cuele fácilmente. A menudo, tengo que trabajar con un forro polar, y encima de él un plumas, así que me parezco al muñeco de Michelín y no me muevo con soltura. El sur me ha adaptado bien a las altas temperaturas y poco a las bajas y este lugar (visto desde Málaga) es el norte. Así que Mila después de barajar varias alternativas llegó a la conclusión que una estufa de pellet iba a ser lo idóneo para ambientar el local.
Y hemos reservado este espacio para ella.
Ahora, con esta ayuda calorífica el taller estará mas calentito, y se podrá estar mas a gusto. No es lo mismo trabajar a 9º que a 13º... y poco a poco el frío ambiente se irá regulando, y aunque por la puerta se siga colando el frío, no será igual. Ya estamos ideando algo para cerrar esas entradas de fresco del norte.
De vueltas con la mesa auxiliar
De vueltas con la mesa auxiliar
... Esta vez al lado de la nueva fuente de calor. He limpiado la mesa y lijado las patas para darle con el producto de Brikensa, el Mirage.
Una pena que el tablón grueso quede debajo, pero no me queda mas remedio si lo que quiero es tener una superficie amplia, de todas formas no hay mal que por bien no venga, esta base le dará consistencia a las tablas a la hora de atornillar y de trabajar sobre la mesa posteriormente.
Así es como quedan las patas tras el proceso y la mesa queda mas amplia. El motor y el mando on-off le da un toque peculiar.
Acondicionando a Arno
Le toca a una de las herramientas clave en el taller, al menos para mí, ya que me servirá para trabajar con fuerza en esos momentos en que las piezas que se resisten a salir de sus alojamientos tras muchos años de inmovilización.
Arno pesa lo suyo y tiene cierta edad, someteré a este noble pedazo de hierro a una limpieza profunda eliminando las manchas de pintura, el óxido con lijas y lana de acero y finalmente, engrasando la parte inferior donde está la rosca de apriete. Tengo que dejarlo bien, se lo merece.
Por otro lado Víctor prepara una plancha de acero inoxidable para que cuando se coloque el tornillo en el banco de trabajo quede bien ajustado con el apriete de tuercas y tornillos.
Después de una tarde de arduo trabajo Arno ha rejuvenecido y está preparado para ser reubicado en el banco donde ha vivido muchos años.
Aquí ya lo tenemos colocado en su emplazamiento con la lámina que Víctor ha preparado.