Después del ácido oxálico. BH Gacela Negra (III)

Después del tratamiento con el ácido oxálico, la tornillería toma este aspecto, al igual que muchos de los hierros que han estado sumergidos. Cabe recordar que NO se debe sumergir aluminio en ácido oxálico, ya que el resultado sería, digamos, desastroso.

La capa de cromo en los materiales que los llevan no sufre alteración, sino por las zonas donde éste no existe y el acero está desnudo. Al igual que el material ha sido sometido a un ataque con ácido, neutralizamos la acción con un base. Ácido oxálico contra bicarbonato sódico. 

Después de ello tanto la tornillería y el resto del material son lavados con detergente y, por experiencia, mejor limpiarlos sobre húmedo que dejar secar; es más fácil sacar brillo y el resultado es mejor. Ya que como se puede apreciar, y a pesar de la neutralización, el ácido deja un residuo amarillo y si se seca será más difícil de eliminar.

Aquí una comparativa del antes y después de la tornillería

La cadena que estaba muy oxidada fué tratada con gasoil.

Plato y bielas que también fueron sumergidos en este baño presentan un buen aspecto, tras la limpieza y abrillantado.

Las herraduras de freno respondieron bien al tratamiento.

Tanto el cambio como la palanca bañados en gasoil y luego desmontando roldanas y tornillería varia se le dió un abrillantado, lijado y engrase a las partes de roce.

Para eliminar el óxido de los muelles del sillín se bañó en ácido y, el óxido se fue, aunque todo hay que decirlo, el recubrimiento de pintura de la parte de arriba también salió. Por suerte y como vá con la esponja y luego con la goma que hace de forro, quedará cubierto. Lo ideal para que sufra lo menos posible es darle a la chapa con una laca o barniz transparente para protegerlo más. 

El timbre y las manetas de freno también disfrutaron de su rescate.

Los puños los lavé con Kh7, agua caliente y detergente. Los dejé un rato reposando y los froté con un cepillo de dientes viejo, para eliminar la suciedad que había en las hendiduras. Para extraer los puños suelo utilizar una jeringa con aguja cargada de alcohol que inyecto desde el extremo interior y girando salen fácilmente. A veces cuesta abrir un hueco, para ayudar a que entre la aguja de la jeringa me ayudo con un destornillador plano y abro un poco el puño por el extremo. Para colocarlas de nuevo y si se resisten les pongo un poco de alcohol por dentro con el dedo. No uso ni detergente, ni aceite. ya que con estos productos se moverían una vez colocados porque no se evaporan, el alcohol sí.

La bici va tomando forma, y con las cubiertas bicolor el negro destaca. 

Al intentar montar el freno trasero, me había pasado desapercibido que me faltaba un muelle para que pueda volver a funcionar. Estuve buscando por diferentes sitios y por fortuna, Hugo Blanco me va a regalar uno, asi que toca esperar a que llegue y la Bh Gacela negra estará lista para rodar.