jueves, 21 de mayo de 2015

Rabasa Derbi Gran Luxe. Trabajo terminado

Comentando los avances de la Rabasa con Ramón Yuste de Restore.it, le dije que no había podido encontrar un guardabarros idéntico. Él sugirió ponerle uno (aunque no fuera el de origen) y me ofreció unos que tenía. Desde aquí quiero expresarle mi agradecimiento a su aportación y colaboración. En otras ocasiones me ha ayudado a resolver dudas y su asesoramiento es muy recomendable. Ramón es un buen conocedor de aceros sobre dos ruedas.
Las cubiertas que le he colocado son una Michelín bicolor... y bueno, la banda de rodadura no es de las clásicas. El montaje de la varilla trasera, que es lo que me me daba más respeto, al final no ha sido muy complejo, pero sí entretenido a la hora de ajustar la rosca de la herradura de la que tira la varilla para que el muelle ejerza su trabajo. Al sacar la varilla tuve que torcerla un poco. Recolocarla no fue complicado, para que ajustase bien tuve que tener en cuenta la compensación de tensión en dos piezas, la que tiene forma de ancla y el tiro de la herradura.
Este equilibrio permite la tensión adecuada y las zapatas se acercan mas o menos a la llanta westwood, que son las que se emplean en este tipos de bicicletas, ya que las zapatas hacen contacto en el interior del diámetro de la rueda. Tuve ciertos problemas con una de las roscas que componen el freno de la rueda delantera, porque fallaba un poco. Mila ideó reforzarla al estilo de los fontaneros, pasando un "teflón casero" para que ajustara bien y que no se saliera al realizar la acción de frenado... y funcionó.

Una vez montado el esqueleto, la bici va tomando forma y la transformación se va notando. El manillar parece otro.

Ya me hubiera gustado que tuviera menos arañazos la pintura, pero me satisface comprobar que a pesar de ello, el aspecto que ofrece la Rasaba ahora es el de  una bici con edad, pero renovada.

Atornillé  la cadena, que tras el baño con gasoil y un buen cepillado, ha quedado nueva. A algunas partes del plato que estaban sin cromados les pasé un poco de pintura de aluminio impregnada en una gamuza, así cubrí algo el metal que estaba al descubierto. Pierde algo de brillo, pero ralentizo un poco la corrosión venidera.

El grabado Derbi en la herradura del freno delantero es un bonito detalle así como los dibujos de los fileteados.

Detalle de las calcas Rabasa y Derbi en el tubo del sillín con el fondo cromado. En la otra imagen se aprecia el acople de la varilla que va al freno trasero y que aprisiona el tornillo a la pieza en forma de ancla. Este pasador me dio un poco la lata, como se puede ver las primeras vueltas de rosca están gastadas pero las finales no.

Aquí servidora ultimando el abrillantado de las llantas, en la primera prueba del montaje, sin el guardabarros delantero.

Casi montada... A falta de colocar los puños y el sillín con su tija.

En origen, el manillar llevaba una cinta para evitar que los puños se salieran y la verdad es que me costó sacarlos porque el alcohol no hacía su trabajo, ya que se empapaba en la cinta. Al colocarlos hice lo mismo y quedaron bien sujetos.


Detalles del acabado.



Pasados unos días, le colocamos el guardabarros, creo que de una Bh. El aspecto cambió, la Gran Luxe queda mas elegante.
Comparativas
Si hacemos un chequeo al antes y después, se aprecia que la regeneración al menos ha sido suficiente.





Y se la entregamos a Maribel así.



Espero que os haya gustado. Maribel quedó encantada al ver la Rabasa Derbi Gran Luxe reluciente y con tanto brillo, nos ayudó el bonito día de sol que lucía en esas tierras del Penedés.

2 comentarios:

  1. Me háencantado el trabajo.
    Muy interesante.

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  2. Preciosa bicicleta, creo que yo tengo una igual, y es mi proyecto de restauración para este próximo invierno, ojalá la pueda quedar así, porque la mía está muchísimo más deteriorada, pero el resultado final es espectacular, muchas gracias por el trabajo de explicarlo, gracias.

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