Operación pintado Motoretta

Ya hemos comprado la pintura y el catalizador, el color según el vendedor es rojo ferrari con terminado brillo, un pantone más vivo que el original de la Motoretta. El vendedor nos recomendó que casi no necesitaba disolvente en la mezcla de los componentes. Juande las veces que ha pintado, según me dice, añade disolvente, de esa forma la pintura es más líquida y al impregnarse en la base de la imprimación cae mejor. Terminamos de repasar con una lija suave la imprimación, de esta forma la película de la pintura a través de la pistola no "resbala". Yo que soy una no iniciada en estas lindes, entiendo que el lijado fino no deja marcas (o si las deja son mínimas no ha de tener rayones visibles) y la textura de la pintura se desliza por estos huecos y cubre. 

Gracias a las explicaciones de Juande, he reducido mi gran ignorancia con algunos de los muchos métodos de pintado, con las mezclas de disolventes y catalizadores en las pinturas que vamos a utilizar, las de carrocerías. El proceso para la Motoretta será en pintura monocapa.

En el pintado monocapa van todos los componentes juntos en la  pintura  (resinas, pigmentos,...)  más el catalizador y disolvente.

Este tipo de pintura está más expuesta, entre otras cosas a desconcharse por golpes ó a la decoloración por el sol, por ej.

Haciendo un poco de memoria (esto depende de la edad) e intentando recordar los colores de los coches de antes (léase años 70/80, años ha sí), la mayoría eran pinturas monocapas y colores sólidos; así a bote pronto y por recordar destacaría el amarillo del Renault 12, el verde que tenía el Seat 850, el blanco de Simca 1200, el rojo del Seat 1430 ó el gris del Renault Gordini; las pinturas de estos coches con el paso del tiempo perdían brillo y es como si les cayera una capa fina de cal que los dejaba casi mate, aunque había quien los cuidaba y aliviaba esa pérdida de brillo con cera Rally (aquí el viejo anuncio).

El pintado bicapa, lleva tras la mano de pintura el lacado, que además de aportar más protección da un acabado con un brillo añadido. También ayuda a rectificar los posibles fallos que se produzcan (puede lijarse un poco, muy suavemente, si hay algún fallo y "relacar"). 

Tanto en la monocapa como en la bicapa hay colores sólidos -los normales con sus pigmentaciones- y colores metalizados - color normal que lleva añadida unas mini virutillas de aluminio-. Yo creía que las pinturas metalizadas eran para el "sistema bicapa", pero resulta que no, aunque en monocapa no se suele utilizar ahora.
Otra cosa interesante en las pinturas bicapa sobre los cuadros de las bicis es a la hora de colocarle las calcas, éstas se pegan antes de dar la capa de laca y quedan más cubiertas a los roces, de esta forma será más dificil de que se rompan.

En cuestiones de brillos, los acabados de ambos procedimientos de pintado pueden lucirse más con un pulimentado final.

Hay muchas formas de pintar un cuadro de bicicleta (spray, pistola, al horno, electrostatica, etc..), pero tenemos los medios que tenemos y por suerte, Juande tiene compresor y pistola, además de experiencia, profesional -en madera- y aficionada -coches, motos, llantas y lo que tercie-.

Cuadro con imprimación

Tenemos los aparejos montados, un tendedero para dejar las piezas colgando para pintar y reposar, además de cubrir de la mejor manera lo que rodea, ya que la pintura andará por todas partes. Luego al ponernos manos a la obra y mezclar catalizador con pintura, -la proporción nos la facilitaron en la tienda de pinturas al comprarla- Juande empieza a pintar y nota que la pintura está más espesa de lo que le gusta, que no cae bien sobre el cuadro, y tras probar en varias partes, decide mezclar con el disolvente tal y como suele estar acostumbrado para pintados en monocapa (habitualmente su mezcla son cinco partes de pintura, una de catalizador y tres de disolvente)

 

Después de no varias caras de mosqueo, cosa que no entendía servidora, por el "resultado" que iba apareciendo en la bici, y ciertos percantes tontos -que caiga un mosquito en el cuadro y lo "salvemos" con unas pinzas, una mini marca por rozar en fresco la manguera del compresor en el cuadro y una marca perpetua de pintura en la mesa del patio- terminó el trabajo, que a mi me parecía impresionante y lo dejamos secar toda la tarde para ponerlo delicadamente y a buen recaudo  y dejarlo secar del todo. 
Conforme pasaban las horas las arruguitas de la pintura se iban estilizando, y descubrimos en honor a la verdad, pequeñas marcas, imperceptibles a primera y segunda vista, de lijado. 
No somos expertos...

... pero sí exigentes con nosotros mismos. Juande no quedó conforme y días después repasó todo el trabajo hecho.

El resultado final, queda plasmado en este montajillo aficionado que le hice, si gustan...

¡¡¡Felicidades Juande!!