viernes, 21 de diciembre de 2012

Reavivando brillos

Hemos podido mejorar notablemente el color mate plomizo que tenían las herraduras de la Motoretta. Y no ha sido fácil dejarlas aparentes, pero gracias a la experimentación, lecturas, consultas y preguntas a gente que conoce la materia hemos avanzado un poco.
Este producto es un paso más para la finalizacion de las tareas que hacemos para recuperar metales. Si queremos brillo es necesario antes haber recuperado la pieza desengrasando, desoxidando y lijando bien, ésto es proporcional al brillo final.
 En un principio suelo hacer este tipo de rescate a mano, utilizando la lana de acero, pulimento y agua, para acabar con el toque final con polvo talco. No soy muy amiga de la maquinaria eléctrica, pero he de reconocer que si hay que utilizarla -no para cualquier cosa- la uso. Estas pastas de cera para acabados son muy eficaces. 
Por fin
Una vez colocado en el taladro la broca de esparto y a pocas revoluciones se pasa una de las barras por los lados, y luego, se le dá a la pieza cuando el esparto ya está impregnado en ésta. Si la pieza se ennegreciera un poco, pasando un poco de agua esos trazos oscuros desaparecen. 
Estas marcas son debido a que la cera se quema debido a la fricción  del cepillo de esparto con el metal, señal que el taladro está a muchas revoluciones. El toque final con un trapo limpio de algodón y por gusto de acabado un pelín de polvo talco. Las hemos estrenado en las herraduras de la Motoretta y aquí está el resultado de la primera pieza.
La satisfacción por el trabajo de recuperación va por buen camino y lo mejor de todo: nos gusta.

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