viernes, 23 de enero de 2015

Orbea Donosti (II) Desmontando las sorpresas

Empezamos a desmontar la Donosti. Según nos contó su propietaria hace un tiempo se pasó por una tienda de bicicletas para sustituir las cubiertas por otras mas anchas, las actuales son unas Michelín Dinamyc Classic de 700x25C que están en muy buenas condiciones, y aunque tienen un ancho considerable, ella prefiere unas aún mayores. También nos comenta que quería poner los cambios mas a mano y que si era posible colocar unos grip shift para manejarse mejor. Lo que nos sorprendió fue la respuesta que le dieron: no merecía la pena realizar ese cambio a una bicicleta tan vieja (¿vieja?). Cada negocio tiene sus particularidades pero nos resulta curioso que algunos comercios descarten cierto tipo de trabajo, suponemos con ésto que preferirán vender bicis nuevas a renovar materiales, pero para gustos colores.
No hace mucho pusimos en marcha una bici de carretera destinada a utilizarse por la ciudad, las cubiertas que llevaba eran de tal ancho que para sacar la rueda de su alojamiento era necesario desinflarla, para que pasara por las herraduras de freno.
Eso, a mi modo de ver las cosas, no es un gran problema ya que cuando es necesario sacar la rueda será porque ha sufrido un pinchazo o bien cuando se va a transportar en un vehículo o en menesteres similares, que se solucionan después con una bomba de inflar ó en una gasolinera si la tenemos cerca… con lo cual, en este caso, donde hay un problema hay una solución.
A la hora de elegir un neumático ancho lo más importante es conocer si éste se ajusta al ancho de la llanta, que no roce con las vainas (en el caso de la rueda trasera), o con la cabeza de la horquilla (si se trata de la rueda delantera). En el caso de la Orbea Donosti creemos que tanto la llanta como el hueco del diseño del cuadro van a permitir que pongamos unas de 35-622,  lo haremos a ojímetro, ya que no tenemos información alguna que nos oriente al respecto.

Manos a la obra
Procedemos al desmontaje y lavamos con detergente y KH7. Mas que nada tiene mugre y después de un rato en remojo ésta sale, así hacemos con todas las partes del chasis.

Una vez saneado se aprecia la buena salud del cuadro; para conservar el brillo ó realzarlo suelo pasar un trapo impregnado con protector de pintura, similar al que se utiliza para proteger las guanteras de los automóviles, que contenga un tipo de cera, (a ser posible bajo en siliconas) para que repela en la medida de lo posible suciedad.. 
Para limpiar el eje de pedalier, los cambios y las cadena utilizo gasoil.

Un buena inmersión para ablandar la suciedad. La grasa que se resiste la retiro después frotando con un cepillo.

Primera sorpresa
Desmontar una bici de cierta edad y encontrarse con situaciones similares a ésta es algo que cabe de esperar. Al desmontar la potencia vemos que está rota. Cuando estaba anclada a la dirección no se notaba nada, cero holgura, pero al sacarla nos encontramos con esto.
Tras consultar en el grupo Síndrome de Ciclógenes, las potencias Mentor al parecer se suelen romper por ese lugar. Supongo que se debe a la calidad del forjado de la pieza y al diseño, porque puede que no soporten cierta presión. Para solucionar esta "primera sorpresa" Climent se presta a pegarle un corte angular, partiendo de la zona rota. La idea es buena pero tiene un pequeño problema, la zona de corte está por encima de la señal Stop, que es la que los fabricantes marcan como altura de seguridad (para que la potencia realice su trabajo de contención en la flexión de la horquilla en caso de bloqueo del conjunto "rueda-horquilla-dirección-potencia-manillar") ante un obstáculo.
De vuelta a casa tras el curraco que Climent se pegó con la segueta cortando la potencia, me puse a insertarla, y para que me diera una mínima seguridad tendría que ponerla a tope de baja. Pero no lo pude hacer ya que el cuello de la potencia por el diseño, aumenta su diámetro e impide introducirla completamente en la dirección. Además, si hubiera sido posible, planteando la petición de Neka, su propietaria, me alejo del objetivo, ya que quiere tener una postura más alta en la bici y con la potencia tan baja me obligaría a buscar un manillar de doble altura mayor del que tenemos preparado para la Orbea. Así que hay descartar la Mentor.
Toca localizar otra potencia. Hay que controlar los diámetros de la dirección y del manillar. Entre el material rescatado que Monsieur Vélo tiene en su desván, me facilitó ésta; aunque tiene su mugre histórica parece ser que coincide en su diámetro. Así que toca limpiarla....
Después de un buen rato de rescate ha quedado bastante bien pero... ¡ooh! no puede ser, ahora no ajusta en la dirección. Tras esta contrariedad decido seguir con otras partes de la bici y avanzar con la Orbea mientras localizo otra potencia que le vaya, parece que se resiste la solución.
Me pongo con las ruedas que necesitan un buen centrado, engrase de bujes y limpieza de radios y llantas.
Segunda sorpresa
Mientras las voy limpiando veo que la rueda trasera tiene un radio roto por el lado de la piñonera. Bueno, un mal menor que se soluciona buscando radio y cabecilla nueva.
Tercera sorpresa
Al desmontar el buje de la rueda delantera veo que el cono esta comido... jó, otra cosa más.
Dicen que no hay dos sin tres, ni tres sin cuatro...

Cuarta sorpresa
El collar que ajusta el cambio de plato también se ha quebrado, es un Simplex y el plástico ha perdido su elasticidad y se ha roto también.

¡¡Esta bici es una caja de sorpresas!! tantas comienzan a abrumarme un poco, sobre todo porque es evidente que las apariencias engañan. Queda patente en esta bici.

El menú de sorpresas rotas viene completo:

- Potencia
- Desviador de plato
- Radio
- Cono

Con este álbum de roturas casi no puedo continuar con el trabajo. Toca pues localizar los componentes que se van a sustituir y  reparar las averías.

Paciencia no me falta para superar estos pequeños obstáculos.

¡¡Empieza la búsqueda!!

lunes, 19 de enero de 2015

Orbea Donosti


Hace poco más de un mes trasladamos esta Orbea Donosti de Navarra a Barcelona para someterla a un tuneado que nos han pedido su propietaria Nekane. La tiene hace más de veinticinco años y la utiliza menos de lo que quisiera porque no se siente muy segura con las ruedas finas. También le gustaría poder ir con ella por la ciudad en una posición más erguida, y que los cambios estén más a mano, así que vamos a ver que somos capaces de hacerle a esta preciosa y clásica Orbea Donosti.
Por lo que apreciamos a primera vista la bicicleta está muy bien conservada, el óxido prácticamente no ha hecho presencia en ella, el polvo y la grasa seca sí, pero es pecatta minuta. Salvo el sillín y los puños creo que el resto de la bici es la misma que Julián sacó de la tienda de Larequi cuando estaba en el barrio de la Txantrea para regalársela a Nekane.

Veamos como va montada:

Desviadores y palancas Simplex, herraduras de freno CLB

Potencia Mentor

 Detalle del cuenta kilómetros Sachs Huret que funciona.

Doble plato Solida. Los pedales serán sustituidos por unos más urbanos y éstos serán reciclados para otra bicicleta. Larequi, la calca de la tienda donde se adquirió en Pamplona.

El proceso en un principio consistirá en desmontar la bicicleta para engrasar todos los engranajes, quitar guardabarros, colocar un manillar con una altura más acorde al uso urbano, sustituir manetas de freno, puños, cubiertas, cableado, fundas, tacos y la correspondiente limpieza completa.
Esperemos que no nos dé muchas sorpresas.

jueves, 15 de enero de 2015

Criterium (III) Trabajo terminado

Poco nos queda ya de desengranar para dejar renovada la bici. En las publicaciones precedentes omití la limpieza de las herraduras de freno, las Mafac Racer que tienen un diseño muy logrado; en particular, estas herraduras me parecen preciosas... es cuestión de gustos, claro. 


Las Mafac Racer, me parecen funcionales, algo tiquismiquis a la hora de ajustarlos, pero muy eficaces en su labor de frenado. Pues bien, estos llevan, los tacos de freno originales de la casa Mafac, y voy a experimentar haciéndoles un pseudorecauchutado, igualando con una lima las zonas gastadas de los tacos, alineando el perfil de los "circulitos" y refrescando así el caucho. Para ellos utilizo una lima y sujeto los tacos en un pequeño tornillo de mesa que tengo y realizando pasadas  con la lima poco a poco para no desviarme del nivelado. Las gomas no están  cristalizadas, con lo cual espero que trabajen bien cuando la monte y la pruebe.

Mirando el conjunto de la herradura veo la cantidad de piezas que la componen, más de 20, que son de una calidad respetable. 
Puesta a experimentar, aprovecho que ando trasteando frenos y pongo a punto otros que tengo esperando ser limpiados y guardados en una caja; una vez saneados pasarán a la vitrina particular.

También son Racer, pero no son idénticos. Supongo que habrá unos años de por medio entre un modelo y otro. Se distinguen en el grabado de la marca, y el tornillo cilíndrico que bloquea las zapatas (de menor calidad en el cromado). 

A uno de ellos le falta el pasador que ajusta la cabeza del cable del tirante.

Necesitaría otro, pero como no tengo voy a sustituir el cable, que no será como el de los cambios porque el tope es pequeño sino uno de freno con cabeza redonda... en la caja de reciclaje encuentro uno que se puede alojar en el hueco con un poco de bricolaje. Así que me poco de nuevo con la lima y el tornillo, a gastar la cabeza para darle forma y conseguir que entre. 

El resultado es este:
En plena tarea de brico-metal, voy a eliminar algunos arañazos. El aluminio se extrae de la bauxita, y como sabemos es blando y maleable. Quienes están habituados a utilizarlo saben que al atornillar con fuerza éste se araña fácilmente, (en la escala de dureza de Mosh el aluminio está entre los puntos 2 y 4) y voy a aprovechar esa maleabilidad para intentar eliminar unas marcas en el freno.

Para ello utilizo una lima suave, que no coma mucho, y luego lijas de dureza media para repasar hasta igualar lo máximo posible sin deformar la pieza, y finalmente el abrillantado con lana de acero 0000. Aquí trato de quitar algunas de las marcas, no todas porque como se aprecia  hay unas mordidas que me obligarían a rebajar en "exceso" y tampoco quiero limar tanto. En este aluminio es posible, ya que no tiene el anodizado al que, por ejemplo Campagnolo y Shimano, someten a muchos de sus grupos de componentes con el fin de darle más dureza, más brillo y una protección extra frente a los agentes externos, más la posibilidad que el proceso electrolítico ofrece de coloreado.
El final del tratamiento del Mafac Racer, es satisfactorio.

En detalle, las diferencias de una serie y otra de Mafac Racer.

Lo último que nos falta es colocar la cadena que ha sido bañada en gasoil para su saneamiento y acondicionar a gusto de la futura propietaria de la Criterium, el desviador de cambio. Por estos lares es difícil encontrar un modelo que Simplex fabricaba en los años 70 que se ajusta a la potencia y sería el ideal.

Así que nos tenemos que apañar para adaptar el Huret. Como el collar de las palancas tiene mayor diámetro que la potencia, lo ajusto colocando recortes de cámara con cuidado para que quede lo mejor posible; Así Queta las tendrá más cerca, y para ella será mas fácil accionarlos.
Posicionar en la potencia las palancas pidió una abrazadera Campagnolo que guiara los cables y las fundas en el tubo oblicuo, y que encontramos en Monsieur Vélo; este detalle le dará un toque singular.



Me atreví a preguntar en Fb el color de las fundas que podría ir mejor. Por estética me inclinaba por colocar unas blancas, de esta manera el verde del cuadro luce más y los pedales son blancos... así que casarían. También dudaba por el negro ya que los puños son de este color. Colores surgieron muchos, incluso alguien dijo que rojo (?), pero Queta se decantó por uno y donde manda patrón no manda marinero; finalmente se pusieron en negro, porque son mas sufridos y "camuflará" en la calle la Criterium. La sacamos a pasear para probar y a la vuelta tuve que cambiar el cierre trasero de palometas por uno de tuercas. Probablemente sería porque una de las puntas de las palometas por un lado estaba sesgada y me impedía hacer el apriete completo, pero no hay mal que por bien no venga, las tuercas necesitan llave para quitar la rueda y en la calle, eso es un handicap para los cacos (no infalible, pero algo es algo).

 Bueno, y este es el resultado de la Criterium renovada.

Detalle cambios y plato

Maneta y puño




Maillard cinco velocidades y detalle desviador


Detalle guías de cableado, eléctrico y de cambios. Protector del piloto trasero.

El forro del sillín, SMP Style, es lo que menos me gusta, aún así es cómodo.

Otra visión general



Y esto me lo tomo prestado... (shhhh que no se entere nadie)

¡¡¡Espero que os haya gustado la renovación de la Criterium tanto como a nosotras!!!

lunes, 12 de enero de 2015

Criterium (II)

Tras unos días de paréntesis (con cambio de año incluído)  continuamos con la limpieza de la Criterium.
Ya tenemos limpia parte de ella, los aros han quedado muy bien y los bujes están engrasados. El eje de pedalier también está montado y tanto el guardabarros trasero como la parrilla están limpios. El cableado eléctrico está plegado en el borde interior del guardabarros trasero y la limpieza de éste es el que más dificultades me ha dado, ya que sacarlo al completo me ponía en un "sacrificio inútil"; ó doblaba la chapa del guardabarros ó cortaba el cable, y no merecía la pena chafar una cosa por hacer una limpieza más rápida. Así que lo he limpiado quitando la tornillería que lo ancla al cuadro, para llegar bien a todos los rincones pero pendiendo del cable de electricidad. He tardado más, pero no he cortado el cable ni lo he roto con el traqueteo de limpieza.
Las ruedas las he centrado y las cabecillas de radio no han dado ningún problema, cosas que a veces ocurre, pero como la Criterium está muy sana sigue dejándose querer y me tiene contenta.
En la foto aparece con tija y sillín de Brompton, evidentemente no es su sillín, aunque el que lleva tampoco es muy bonito que digamos... es de esos que se estilaban en los años 80, y que estéticamente no me gusta, pero bueno; Ya me dirán que hago con esa parte cuando esté llegando el acabado.

La palanca de las manetas de freno Mafac, es de plástico y el par tiene las pequeñas marcas típicas de las rozaduras que sufren cuando se apoyan en la pared y posiblemente de alguna que otra caída de la bici.
La zona donde se haya la bisagra y el acople al manillar es de acero, y el tono de éste anda un poco apagado, así que lavando y limpiando con lana de acero, estropajo, lijas finas y un poco de pulimento (mi sucedáneo es el limpiador de vitrocerámica) elimino el color grisáceo del metal cuando está sin brillo. Tienen una bonita estética estas manetas.
Para dar un acabado más fino, he probado con un limpiador de metales después darle con el pulimento y el resultado ha sido satisfactorio.
Le toca el turno a las palancas de cambio que desmontamos al completo para sanear engranajes.












Observando de cerca esta palanca de cambo Huret, descubrimos un número que es posible que sea del año de fabricación.



El resultado tras la limpieza.


Ya hemos repasado casi todos los componentes y accesorios de la bici. Nos falta darle un toque final para adaptarla al gusto de Queta montarla, probarla.