jueves, 18 de agosto de 2016

Manos a la obra (II) - De reciclaje

Para acondicionar el local hemos pensado que si lo que vamos a tratar es rescatar bicicletas, ¿porque no utilizar materiales "rescatados"? Pues bien, hemos hecho un pequeño llamamiento familiar y poco a poco nos van legando útiles y cosas que irán rellenando el local. Con el reciclaje tratamos de ser coherentes con esa filosofía, el de la reutilización. El primer elemento ha salido de casa. Como he desmontado los viejos muebles de la cocina (y no he fenecido en el intento), se me ocurrió colocar encima una chapa que resguardaba una columna, para hacer un mostrador. Será necesario atornillar entre sí de nuevo las estructuras de los muebles y forrar la parte de atrás (que será la delantera) con maderas de palets.

Palets por fortuna hay para elegir...

Nos han donado estas dos espléndidas piezas que necesitaran un gran tratamiento de rescate. Ha costado lo suyo cargarlos en la furgoneta, pero entre tres ha sido posible. 

La primera. Un pedazo de armario-despensa de la primera mitad del siglo XX. Sirvió para guardar menaje en una fonda. Años después sirvió para guardar botes de aceite en el interior -de ahí su color "negro zaíno"- en una gasolinera.
 Necesita un gran aporte de trabajo para ponerlo medio decente porque en verdad tiene mucha mugre (y años) encima.
En segundo lugar hemos recibido con gran entusiasmo este banco de trabajo, de construcción artesanal (el fregadero también ha sido reciclado, pero es de casa). El banco es del tatarabuelo de una sobrina de Mila (ahí es nada). Tiene unos herrajes en los angulos de refuerzo fundidos a la vieja usanza. Estoy muy contenta aunque tiene mucha mugre (lleva muchos años sin tocarse y tiene tanta grasa que te pone perdida con sólo rozarlo). Cada madero es de su "padre y su madre" no hay dos iguales y tiene casi un centenar de clavos repartidos en toda la superficie.
La idea es lavarlo bien y darle una buena lijada para sanearlo. Recomponer las chapas de madera y darle un poco de mas consistencia a la estructura.
Tiene clavado una chapa de aglomerado que quitaré y aunque en la foto no está tiene un cajón en el lado izquierdo y además este banco de trabajo trae consigo lo que será un gran aliado en el taller...
Os presento a Arno, marca de este buen tornillaco que me ayudará a dar un punto de apoyo para mover con un poco mas de facilidad aquellas cosas que estén atascadas. El origen de este tornillo lo desconozco, pero sé que Arno es el nombre de un monte que está en el País Vasco, cerca de Mutriku, en este monte se hacía carbón vegetal especialmente para las fraguas de los herreros. Así que intuyo que ese es su origen.

¡A lijar se ha dicho!

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