Si queremos rescatar bicis, uno de los factores es la visibilidad de un trabajo realizado con mimo. Puede que la inexperiencia y la carencia de medios sean obstáculos, algo así como una especie handicap provisional que impida mostrar en una bicicleta un acabado de calidad; pero hay un no se qué en el mimo, en el cariño que se le ponen a las cosas -con el llamado buenhacer- que se nota. Y esto, opino, es extensible a muchas más cosas, no sólo a las bicis.
Estamos muy ilusionados con el resultado que ha quedado en nuestro primer rescate, y ya vamos viendo de cerca el segundo. Enseñamos la Motoretta por todos lados, y es una curiosa ilusión poderla ver rodando y con tanto brío. Ir con ella por la ciudad gusta y te hace sentir cierto nexo que es un poco complicado de expresar para que el mensaje llegue. Quizá lo que guarda ese conjunto de engranajes y acero en su historia muda, se difunda en cada golpe de pedal ó en ese soniquete tan inconfundible que tiene un piñón cuando rueda... libre.
Hoy ha sido una de esas tardes en la que vas mostrando a tus amistades el testigo en vivo de lo que se ha contado a lo largo de los días (ó meses) en el proceso de rescate. Y curiosamente hacía algo más de un año, un amigo me hablaba de cierto cuadro de bicicleta que andaba en su trastero... siempre quedaba ahí la conversación; pero lo de hoy ha sido algo más que un simple cuadro. Al enseñarle la Motoretta, ha dicho que de hoy no pasaba; y efectivamente hemos ido al desván y éste ha vomitado o parido, (leáse lo que más agrade) estas cositas:
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Super Cil infantil |
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Motoretta roja. |
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Super Tricilo |
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Orbea Sollube |
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Motoretta verde plegable |
Lo dicho, la familia crece.
¡¡¡Rescates a la vista!!!
mucha calidad de trabajo veo en esas manos,espero y deseo que todo este proyecto salga satisfactoriamente adelante.Bss!!!
ResponderEliminarMe parece un trabajo estupendo, en MeninaBike también restauramos, espero podamos aprender unos de otros.
ResponderEliminarSaludos.